Fluir

Bueno, como oficialmente tengo veintidós años (en realidad todavía no, pero eso le da peso a lo que voy a decir), voy a escribir una serie de cosas sin sentido, que espero logren germinar algo dentro de su psique. Bon voyage.

            Primero, que hasta hace poco me acabo de dar cuenta que debería haber comprado una cerveza para recibir el día y celebrar, luego pensé que podría ir ahorita al chupadero de la esquina y comprar una, o dos, o un six, decidí que mejor no, porque solo compraría una y eso se vería extremadamente raro según mi opinión. Así que me acabo de sentir como uno de los infantes en el experimento de los malvaviscos que posterga el deseo para obtener un estímulo mayor y mucho más gratificante.

Segundo, que los cumpleaños son una cosa para reflexionar mucho, o al menos eso pienso yo. Tal vez para eso se inventan los días sobre algo, para que por un día eso sea o se sienta especial. Y acabo de ver cómo me estoy proyectando en este texto. Escribir es un juego proyectivo.

Tercero, que los consejos rara vez funcionan, así que mejor solo escuche y comparta una experiencia similar a la que acaba de escuchar. Esto le será de mucha ayuda en la vida y las relaciones interpersonales. Y, por cierto, deje de escuchar música todo el tiempo, quítese los audífonos. Si quiere, obviamente.

Cuarto, esto ya no tiene sentido, pero decidí iniciarlo y si lo analizo parece una meta realista, ¿no? Estoy es como una forma de organizar pensamientos, como irlos poniendo uno a uno en una librera cognitivamente imaginada. ¡Espléndido!, ¿no es así?

Quinto, estoy muy cansado, la vida es agotadora. Ojalá pudiera liberar mi chakra o algo así. Es que me dio gripe hace dos días, pero ya casi se va la desgraciada. Así que estamos bien.

Sexto, acabo de recordar que hace poco cumplió años uno de mis mejores amigos, que es de Ilobasco y lo vi hace poco, fuimos a comer pizza cerca de la universidad: hablamos mucho, hemos cambiado mucho. A él no lo veo tan seguido, pero cuando lo veo siento que nos hemos vuelto más sabios.

Séptimo, improvise mucho. Salen cosas bonitas. Aprenda a deslizarse.

Octavo, tenga: https://www.youtube.com/watch?v=cG0qv9s0VNo [relectura digital el cinco de julio de 2019 a las 00:55, el link está caído o no sirve, pero dejaré las letras por si en algún momento se puede ver el video, que no creo, o que quede para la posteridad si esto llega a publicarse, al poner esas letras en un buscador te reproducía un video; así que ahora les dejaré este: https://www.youtube.com/watch?v=VduWaN06p9w, primero pensé en poner «Chilango Blues» de Mon Laferte y que pensaran al leer: ¿cómo fue que puso una canción que salió el 4 de julio de 2019, y decir que es una canción deliciosa, adelantada a su época; pero mejor les dejé esa, y les diré que es «Máquina del Tiempo» de Mi Amigo Invencible, también adelantada a su época; bye]

Noveno, ¿ya aceptó su historia personal? La idea vino al pensar en noveno grado y el final de la escuela, dice la asociación libre freudiana ortodoxa.

Décimo, me acabo de dar cuenta que mi cumpleaños es hasta mañana (o sea empecé a escribir esto el 17 de julio antes de las 12), pasé engañado todo el día. Falsa alarma entonces, pero este texto puede ser un buen simulacro. Imagine: haga un simulacro de que se va a morir o que es su cumpleaños si lo primero le da miedo, y descúbrase.

Undécimo, me voy a dormir, ojalá despierte mañana.

Duodécimo, bueno, ya es el día siguiente, es 18 de julio, desperté, hice desayuno, fui al súper, terminé de leer una novela corta. El día pinta bien.

Decimotercero, ya es veinte de julio. Ayer fue mi cumpleaños. Fue bonito. Empezó con una salida el sábado por la tarde con los psicoamigos donde fuimos a un karaoke a cantar pero terminamos no cantando, bailando sí. Y una vez me dijeron que podría ser como el Amadeo Salvatierra (personaje de Los Detectives Salvajes) que al principio no le gustaba bailar y después amaba bailar. Y tiene razón, así que como dice la canción de Café Tacvba “la vida es un gran baile y el mundo es el salón”. Luego siguió un almuerzo familiar al día siguiente y por la noche una tertulia con uno de mis mejores amigos.

Decimocuarto, no me parece vergonzoso decir que el reguetón puede ser una cosa muy estimulante e intensa y nasty  y todo tipo de calificativos, y que hay canciones que me gustan. Aunque sí es incómodo. Además la gente asocia el gusto por el reguetón con la baja inteligencia, o la bajeza, y así. Pero esa es generalización. Entonces, el aceptar cosas (aunque sean dolorosas, desagradables, insoportables) ayuda.

Decimoquinto, voy a decirlo otra vez: la psicología es el Diablo. Porque te hace ver lo disfuncional de la familia, que voy a decir de nuevo: la familia es el primer círculo del infierno. En mi caso es en las pocas habilidades de comunicación que existe entre los miembros de la ídem. Al reconocerlo puedo intentar ayudar, pero a la vez algo me bloquea un poco, es que es terrible pensar en ello, da miedo. Son las cosas de ir creciendo, porque después atravesás a otros círculos del infierno y al ver los círculos anteriores no te parecen tan malos y te vas reconciliando con ellos poco a poco. La experiencia te da altura, y se sobrevive a pesar del vértigo.

Decimosexto, mi vida está repleta de cosas sobre las cuales escribir, pero soy un procrastinador y odio eso de mí, hay que ir trabajando en eso. Por ejemplo, ayer vi a mi abuela y conversé con ella un momento y me surgieron ideas para una historia, aunque sería como de miedo. Y qué miedo. Pero no hay que perder la voluntad.

Decimoséptimo, no sé qué más decir, solo que pienso que esta cosa parece una lista de cosas bien de superación personal, pero es la temporada entiendan, uno se siente sabio a pesar de no ser sabio, o tal vez sí pero no tanto. Si no le gusta ignórelo. Fácil.

Decimoctavo, hay que ver muchas películas y series, leer bastante y compartir experiencias. También bailar. Establecer un balance entre las actividades solitarias y las gregarias, entre el ocio egoísta y el altruista. Es más, tener un balance en todo. Una armonía, pues. Que nunca será estable, puede que sí. Tratar de mantenerse centrado (en uno mismo, che).

Decimonoveno, si quiere explicar algo es recomendable usar metáforas. Mucha gente hace la asociación y lo aprende mejor. Y ahí la razón de la poesía y la literatura. De los insights y las epifanías. También puede dar ejemplos.

Vigésimo, la explicación de todo puede ser sencilla y a la vez compleja, incluso las dos cosas al mismo tiempo. Como dialéctica o columpio (?) A veces uno en algún momento descubra que el sentido  de todo es algo bien astral, infinito e inexplicable. O por el contrario, en otro momento descubra que es algo nimio, como un momento, fugaz. Y todos tienen razón. Al menos desde su arquitectura mental. Ejemplo: el dejarse la barba o rasurarse puede ser algo bien épico y a la vez simple, porque es una forma de decidir qué tipo de hombre querés ser. Aplicando algo que aprendí (el responsabilizarse) mejor voy a escribir: qué tipo de hombre quiero ser. Porque eso influye en cómo te vas a ver, y eso. Es trascendental y a la vez pasajero, porque me puedo rasurar y después dejármela de nuevo, va a crecer. La vida es cíclica.

Vigesimoprimero,  una pregunta que le puede ser muy útil es la siguiente: “¿Para qué?”. Hágasela usted mismo, ¿para qué hago tal cosa? ¿para qué me comporto así con tal persona? ¿Qué obtengo de eso? ¿O qué pasa si no hago eso? Puede que descubra lo que los psicoanalistas llaman: el goce del síntoma.

Vigesimosegundo, fluya. Fluya como un río. O como una manzana que está dentro de otra manzana que está dentro de otra manzana que posiblemente esté dentro de otra manzana.

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