Cold nights

Su roomate le acaba de avisar por WhatsApp que no llegará esta noche. Genial, tengo toda la casa para mí, piensa. Es la primera vez que se queda sola en esta casa, a penas tiene dos meses de vivir ahí.

Acaba de regresar de hacer las compras del súper, actividad que le da sumo placer. Le gusta recorrer los pasillos, tachar los ítems de la lista y llevar la cuenta en la calculadora de su celular. Sonríe al ver que la cuenta cuadra con su calculadora al final en la caja registradora.

Utiliza los parlantes que tiene su roomate, pone a Lily Allen y empieza a moverse y tararear mientras guarda los víveres.

Sube a su habitación, está muy ordenada, piensa en que debería pintarlo. Juguetea con los colores. La música se escucha a lo lejos. Se quita su chaqueta negra, la guarda en su clóset, se mira en su espejo, se quita la coleta y se suelta el pelo negro, lo sacude y le cubre un poco el rostro, sonríe. Se pasa las manos por el abdomen subiendo su blusa blanca, se acaricia la piel, se da vuelta, observa sus piernas, se quita la blusa y la avienta a la cesta de ropa sucia, da un par de vueltas, se tira a la cama y se quita los botines negros, las calcetas, mueve los deditos de los pies, se quita el jeans.

Se vuelve a parar frente al espejo, ahora en ropa interior. Su cuerpo es delgado, se le marcan los huesos, tiene piel trigueña, se pasa las manos por las clavículas, se abraza con suavidad, junta sus piernas. Posa para ella. Se quita el sostén rosa y lo tira a la cesta. Se pone ropa cómoda que utiliza como pijama.

Va a la cocina, empieza a preparar una crema de espárragos personal, ahora su celular a puesto a Lorde. Pone a tostar unas tortillas y se escribe por WhatsApp con una amiga.

Se da cuenta que le gustaría tener un perro como mascota. Se lo comenta a su amiga, le responde que son muy bonitos y le manda una foto de su perrita Lassie, le comenta que es muy bonita. Reflexiona sobre las responsabilidades al tener un perro.

Come su sopa viendo la televisión, come despacio, mira el noticiero. Las noticias le parecen iguales. Cíclicas. Como un espiral. Empieza a hacer zapping y se detiene en Los Simpsons. Ríe a carcajadas como cuando era niña.

Lava los platos que acaba de utilizar. Al terminar contempla el patio y el cielo nocturno, hace una brisa leve que da un frío tolerable. Regresa a la sala.  Contempla la casa. Ha encendido todas las luces. Da un par de vueltas. Se percibe a ella en la casa. Sola. Siente la pequeña inmensidad. Sale al patio.

Empieza a regar las plantas. Les habla, las saluda, les cuenta cosas. Siente el olor a tierra mojada y el aroma que desprenden las plantas al ser regadas. Inhala. Exhala. Sonríe. La vida está llena de pequeños detalles, piensa.

Va al baño y se lava el rostro. Se mira en el espejo, tiene ojeras grandes, mueve su nariz respingada, mira sus pecas, se acomoda el fleco, ríe y se admira. Se peina. Hace pipí. Baja a la sala.

Se tira boca arriba en el sofá. Mira el cielo falso. Ya va a ser hora de poner el árbol navideño, comenta para sí misma. Debate si visitar a su madre para esta Navidad o ir a alguna cena con amigos.

Mira la pared. Ve el título, unas fotos y unas pinturas del hijo de su roomate. No hay nada suyo en la pared blanca. Bosteza y se estira.

Vuelve a ver televisión y se topa con una película de Woody Allen. Según la programación recién empieza, así que decide verla. Le parece lenta pero divertida. Va por una bolsita de semillas variadas y un jugo de naranja con zanahoria para acompañar la película. La mira completa. Siente sueño, pero no quiere regresar a su habitación. Ahora solo la luz de la sala está encendida. Su amiga ya se durmió y no le contesta los mensajes. Revisa su Facebook e Instagram, mira las historias, da un par de likes.

Espera la siguiente película, es una de terror. Empieza a verla. Se apretuja con un cojín. A la mitad se queda dormida.

Al día siguiente, su roomate abre la puerta y la encuentra dormida, al cerrar la puerta despierta y ve la TV apagada, me quedé dormida viendo televisión, le comenta, pero la TV está apagada, qué raro. La TV te pregunta como a las tres horas si seguís viendo algo y si no se apaga, le responde su roomate. Y se ponen a reír.

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